Amapola

 Vivimos. 
Simplemente. 
Yo y la amapola.

Kobayashi Issa 

Escribo, borro, reescribo,
borro nuevamente, y luego
Florece una amapola

Hokushi

Amapola, lindísima Amapola
Será siempre mi alma, tuya sola
Yo te quiero, amada niña mía
Igual que ama la flor la luz del día
...

Albert Gamse / Joseph Maria Lacalle

La amapola parece tener su origen en la región circunmediterránea. En Canarias es frecuente en campos de cultivo, baldíos, jardines descuidados, bordes de caminos y carreteras de las zonas baja y media de las islas donde alegra el paisaje con su flor señalizando la llegada de la primavera. Aunque no todos se alegran de su existencia, para los agricultores es una mala hierba, que se entremezcla con el trigo, la cebada y otros cultivos robandoles los nutrientes que necesitan para crecer.