Reponiendo fuerzas


 Después de una amena caminata en la que subimos hasta la Cruz de Mogán. Disfrutamos del Barranco de Veneguera a nuestra izquierda al que las últimas lluvias tiñeron de verde. Tranquilamente volvimos a bajar otra vez al pueblo por el Camino real entre tabaibas florecidas y romero marino. 

Para reponer fuerzas nos sentamos con vistas al hermoso paisaje en uno de los rincones bonitos que tiene el Restaurante Valle de Mogán, una antigua casa típica restaurada de una forma encantadora. Nuestra intención era beber algo fresco, ya que era muy temprano para almorzar, pero el lugar tan agradable nos incitó a una tabla de quesos de Gran Canaria con dulce de guayabo, frambuesas liofilizadas, guindas, pipas de calabaza y crujientes de pan y un panecillo calentito con crema de aguacate.


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