Como la siempreviva


 Mi poesía
es como la siempreviva
paga su precio
a la existencia
en término de asperidad.

Entre las piedras y el fuego,
frente a la tempestad
o en medio de la sequía,
por sobre las banderas
del odio necesario
y el hermosísimo empuje
de la cólera,
la flor de mi poesía busca siempre
el aire, el humus, la savia, el sol,
de la ternura.

Roque Dalton, poeta salvadoreño


A la Siempreviva espinocha (Limonium tuberculatum) le gustan los suelos salitrosos y arenosos cerca del mar, en pantanos del litoral y maretas, creciendo entre rocas litorales o formando densos matorrales. 

Esta especie se incluye en el Catálogo Canario de Especies Protegidas en la categoría de “vulnerable”.

La Limonium tuberculatum  también es conocida con los nombres de: Espinocho, mato, siempreviva, siempreviva rosada, Siempreviva espinocha

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