Los Alfaques en otoño


 

Es un camino que destaca entre los que bajan de la Cumbre hacia la Caldera de Tenteniguada por su maravilloso paisaje y vista panorámica.

El largo proceso erosivo que excavó esta cuenca de Tenteniguada deja al descubierto su estructura rocosa, compuesta en gran parte por aglomerados y coladas basálticas pertenecientes al Ciclo Roque Nublo junto a basaltos más recientes de la serie IV. Coronada por dos grandes roque fonolíticos: Roque del Saucillo y Roque Grande de Tenteniguada; el escarpado zócalo de la caldera se descuelga en barranquillos y lomos encrestados en los que la erosión labró mágicos castillos, torres, hongos y otras mil formas. Abajo el valle fue rellenado por coluviones cuaternarios y convertido en feroz vega por el ser humano. Una tierra singularmente fértil y un microclima único, hijo de su peculiar orografía y del alisio, han dado origen a un poblamiento tan intenso como disperso, en torno a unas explotaciones ganaderas y agrícolas.

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